RETALES ESPIRITUALES

Nuestro espíritu es un parásito que nos insta a aprender todo lo posible desde pequeños, y va absorbiendo nuestras experiencias diarias y asimilándolas durante el sueño, interactuando con nuestra conciencia para que haga o piense de cierta manera concreta en lo sucesivo. Traspasa conocimientos a la «central»; a veces, el proceso es el inverso, quizás accidentalmente, y aparecen entonces los genios, abarrotados de conocimientos infusos e inherentes a su propia naturaleza.

Convivimos distintas ‘tribus’, ‘razas’, ‘especies’, del Universo energético, cada una persigue sus propios fines de crecimiento entrópico, de ahí los numerosísimos e interminables conflictos entre los seres humanos.

Cuando en un cuerpo penetra otro ente ajeno, un espíritu predador, e intenta expulsar o destruir al que siempre ha estado en ese cuerpo, que soy realmente yo… entonces yo me convierto en el parásito.

Durante el sueño mandamos y recibimos ondas que nuestro cuerpo físico es incapaz de percibir, ni con la ayuda de aparatos, porque provienen de nuestro yo energético, que no está formado por la materia-energía que conocemos experimentalmente; por eso, los sueños no cumplen las leyes físicas que acotan nuestro cuerpo material, como bien sabe quien haya soñado que puede volar o que es propietario de un harén.

Cuando no se cumplen las expectativas iniciales al decidir formar parte de la Humanidad y nacer, y la vida del individuo es muy monótona, sin alicientes, sin ansias de conocimiento, el espíritu que parasita nuestro cuerpo, lo destruye con una enfermedad mortal o incluso con el suicidio.

Hay múltiples universos, con materias y leyes diferentes, pero la esencia es siempre la misma, ese espíritu que acude a cada uno al nacer (llamémosle Dios, que está en todos nosotros), y crea seres de acuerdo con esa materia y esas leyes de cada universo, para experimentar y aprender continuamente y crecer. Dios está siempre creciendo, gracias a nuestras experiencias.

Las miradas (penetrantes) entran dentro del otro. También las necesitamos para conocernos a nosotros mismos.

TZI

Esta entrada fue publicada en Filosofía y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

4 respuestas a RETALES ESPIRITUALES

  1. varín dijo:

    ….Y estando este parásito de acuerdo en casi nada de lo escrito…
    ….sólo puedo aplaudir y decir «jo, que bueno»»cómo me gusta»….

    Lo que ya decía ahí al lado, donde ser o no ser….: a ver si me hago la plantilla del bravo de una vez ( yo sueño incluso despierto, y me rio de mi sombra y de mi parásito lo que haga falta ).

    Abrazos

  2. dominique dijo:

    Gracias por lo que acabo de leer, sin pecar de prepotencia he visto muy bien reflejadas mis vivencias sembradas de fallecimientos: hijos, esposo etc…efectivamente, cuando no estamos de acuerdo con el rumbo de nuestra vida llegamos a la inercia total y al suicidio o sólo el intento (que tampoco está mal…) y uno mismo ha de tomar la firme decisión de participar de lo que le ha tocado en suerte, no no es fácil pero allí entra en acción el otro espíritu, el corage para enfrentarse a la realidad y aceptar si no hay forma de cambiar. Los enfermos terminales reaccionan de la misma forma, primero lucha después aceptación y el dolor puede llegar a ser una enfermedad incurable pero en lo que a mí se refiere quiero participar de la vida que me ha sido regalada, quiero amar a mi prójimo y a mi entorno, a todas las críaturas que tambien luchan para vivir y no sobrevivir. A pesar de los pesares este mundo es hermoso ya que no hay nunca nada completemente malo ni bueno y somos nosotros los que debemos encontrar una medida justa.
    No sueño despierta pero por las mañanas me despierto agotada de tantas aventuras nocturnas y no son precisamente juergas…
    He aprendido una valiosa lección hace poco más de un año: si sabemos aceptar, el tunel largo y oscuro se torna espacio de luz deslumbrante y no importa si esa luz se vuelve un poquito tenue de vez en cuando, el aprendisaje es arduo…

    • hasenroniz dijo:

      Gracias por tu aportación. Espero que los sueños iluminen tu camino de amor a los demás, que es lo que más falta nos hace en estos momentos históricos que nos ha tocado vivir. Un gran abrazo.

Replica a hasenroniz Cancelar la respuesta